Los principios de un maestro con verdadera vocación social no pueden limitarse al trabajo en aula sino por mostrar valores a través de lecciones de solidaridad y preocupación por mejorar las condiciones de vida de los peruanos más abandonados, preferentemente los niños. En esa línea de pensamiento se orientan las acciones del Círculo de Estudios y Acción Social WEISS; razones por las que se proyectó la realización de la Chocolatada Navideña del presente año a la comunidad de Palo Verde, jurisdicción del distrito de Miracosta, Provincia de Chota - Cajamarca.
Los entusiastas integrantes del CEAS WEIS, docentes del emblemático San José y amigos así como los niños miembros natos de esta organización, con gran entusiasmo nos congregamos a las 6 de la mañana en el ovalo ubicado en el cruce de las Avenidas Bolognesi y Leonardo Ortiz, desde donde se inició el viaje para luego de pasar por Chongoyape, Cumbil.
Los entusiastas integrantes del CEAS WEIS, docentes del emblemático San José y amigos así como los niños miembros natos de esta organización, con gran entusiasmo nos congregamos a las 6 de la mañana en el ovalo ubicado en el cruce de las Avenidas Bolognesi y Leonardo Ortiz, desde donde se inició el viaje para luego de pasar por Chongoyape, Cumbil.
Empezamos a subir por una estrecha y serpenteante trocha que nos iba poniendo poco a poco en lugares cada vez mas estratégicos para observar el pintoresco paisaje de una hermosura indescriptible. Maravillados nosotros quienes ya hemos visto muchos lugares del Perú y aun más los niños quienes por primera vez podían tener ante sus ojos la belleza del suelo peruano en esta parte de su territorio. Ya tras tres horas y media llegamos al caserío Las Pampas, y ante nuestros ojos la doliente realidad en la que viven muchos niños que en su timidez muestran las limitaciones en las que se desenvuelve su vida.
Media hora más allá, llegamos por fin a Palo Verde, y a lo lejos ya se puede divisar los niños agrupados mirando desde las lomas nuestra llegada. Acampamos en los ambientes de la Institución Educativa del lugar. Aquí podemos comprobar una vez más la precariedad de las aulas, eran tres, todas construidas de adobe con techo de calamina, pero las paredes están a punto de colapsar, se muestra grandes rajaduras y lo más precario aún es el ambiente del PRONOEI, que a pesar de ser un ambiente muy pequeño, ya no tiene casi la mitad del techo porque las calaminas se han caído, el efecto de la lluvia ha dado lugar que las paredes estén a punto de caer. El piso es de tierra y con grietas muy grandes, de pizarra tienen un cartón de color negro muestra del ingenio de la profesora.
Nuestro equipo, ya diestro en las actividades, rápidamente acondiciona sus accesorios y se improvisa una cocina con adobes, los niños nos provén de leña, en pocos minutos el chocolate está listo, obviamente sin dejar de pasar por el control de calidad y sabor de las expertas en cocina. Paralelamente a ello los niños y los moradores, madres con sus pequeñitos en brazos van ubicándose en el entorno del patio de la escuelita. Casi todos los niños y las jovencitas y adultos todos llevan las marcas dejadas por la uta en el rostro y algunos niños tienen las llagas lacerantes de esta enfermedad. Los conductores de la comunidad hicieron llegar un parlante y un micrófono y no había razón para hacer esperar más, se inicia la actividad, teníamos presente a la Directora de la Escuela y al Presidente de la APAFA, los discursos tienen que ser muy breves, la expectativa de los niños es lo que cuenta, ya estaba formado en una fila de varones y una de mujeres, esforzándonos lograr escuchar los pequeños disfrutamos de sus canciones y poesías y de sentir con ellos la alegría que siente un niño pobre que por primera vez en su vida recibe un juguete nuevo. Nos ubicamos estratégicamente de manera que unos servimos el chocolate, otros entregan el panetón y los demás seleccionan el juguete considerando la edad y si es varón o mujer.
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